Ya está entrada la noche y los chubascos son ocasionales, pero intensos. Entre un claro de luna diviso a mi tío montado en su caballo blanco. Trae cuatro más...la noche está negra cruzada por rayos de luna, sombras fantasmagóricas llenan la distancia.
Después de los saludos protocolares, comienza la repartida de caballos. Uno para mi madre, otro para mi padrastro, otro para mi hermano y otro para.....LAS MALETAS. Me ofrecen llevarme en ancas. No acepto. Es visto como afeminado un hombre que ande en ancas. Prefiero caminar....solo son tres horas a pie.
Siempre me gustó los sonidos de la noche de campo, grillos, sapos, el viento, las hojas de los árboles, el casco de los caballos.
Recuerdo que no comprendía la armonía entre las nubes y los hoyos del camino. Las nubes tapaban la escasa luz de la luna y yo desaparecía en un hoyo.
El camino va serpenteando por medio cerro...hacia el bajo hay un estero donde yo pesco camarones. Hacia el alto, los trigales...( es trigo, zenteno y cebada).
Luego viene el pequeño pastizal, hacia el bajo donde se tapiza de flores blancas , donde me encanta revolcarme cuando me mandan al pueblo. Por extraño que parezca no me canso, solo camino y quiero ver aparecer la casa de mi abuela.
La luna me sigue....aprendí la armonía entre la las nubes y un hoyo. Como soy listo aprendo la lección....las nubes cubren la luna y yo me preparo para el hoyo y....(cresta!!) era una piedra. Casi me rompo la rodilla...
Miro a mi tío y parece un centauro, su poncho al viento, altivo...cuanto me enseñó él a que uno siempre puede más de lo que cree. Fue mi padre, por sus enseñanzas, hombre de palabra, honesto, un humor picaresco y refinado. Agradecido de la vida y de sus tierras.
Para mi es otro mundo, muy distinto a la ciudad, y jamás quisiera salir de ahí, siento que soy parte de todo aquello, de la naturaleza, de todo...será que viví mucho tiempo con los indios?
"Indios", decimos en forma déspota, muchas veces... y sabían Ustedes esto: Un indio no podía pegarle a una mujer porque era sancionado dura mente por el consejo de ancianos?. Le aplicaban multa y tenía que hacer un voto de humildad. Algo que hoy en día las leyes modernas no pueden controlar. "Indios".
Además, en el vocabulario indígena no existe la mentira, si debiera hacerlo solo se queda callado. "Indios".
De pronto, la última curva del camino y se comienzan a divisar luces como animitas en pena. Son la gente de la casa que nos sale al camino. Ahí está mi abuela, con su pelo amarrado a la usanza indígena...corro hacia ella y me olvido que llevo viajando mas de 24 horas y tengo mas de tres horas caminando. La abrazo, y le pregunto si aún tiene mi cuchara matera( era una cuchara que tenía el escudo nacional en el mango). Se la regalé en uno de mis viajes...y hasta el fin de sus días la usó.
Bajamos nuestras maletas del pobre caballo, que ya mira a mi madre como diciendo: ¿Cuándo viene de nuevo?...jijiji
Entramos en la casa con nuestro equipaje y empezamos por bañarnos y sacarnos nuestra ropa que está bajo el barro. Salgo a tientas de la casa buscando la noria para bañarme, el agua esta mas fría que la mierd...., pero ni modo hay que entrarle. Debajo de toda la suciedad del viaje aparezco yo, ricitos de oro, cachetes rosados,...
La casa de mi abuela es una típica de campo de la VIII región, la cocina está separada de la casa principal por si hay incendio. En realidad son tres, una para la cocina, otra la sala y los dormitorios y la tercera es el taller invierno.
La cocina en su centro está el fogón, las ollas cuelgan del techo. Hay colgajos de cebollas, ajíes, carne salada, longanizas, ajos, fruta seca, etc. Barriles con arina, azúcar, trigo, chuchoca, etc.
Mi abuela coloca la tetera sobre el fogón y comienza la ceremonia del mate. Nos sentamos haciendo rueda alrededor del fuego. En un palito coloco trocitos de queso y comienzo a derretirlo.
Mi tía a preparado un caldo de gallina soltera, especies del huerto, chancho en piedra...quienes han vivido siempre en la ciudad no saben de los aromas que les estoy hablando.
Rayos!..en mis momentos de quebranto quisiera por unos instantes estar en ese lugar, sintiendo el calor del fuego y aquellos aromas. Escuchando historias de boca en boca. No hay televisión, ni radio, el periódico de lee el fin de semana si se va al pueblo. No existe la envidia, ni la codicia....yo pedía, en silencio, que ese lugar jamás cambiara. No fue así...ya les contaré mi experiencia con la contaminación.
Vi como morían mis árboles amados: Robles, aromos, alerce, peumos, castaños, guindos, álamos, arrayanes, avellanos, cerezos...y al final solo queda el engaño de la forestación.....el pino. Si hay un árbol que odio es el pino, nada crece bajo sus ramas, solo hongos, mata las abejas y los gobiernos nos engañan con la forestación. Bola de mentirosos...solo es el interés del dinero. Un pino en seis años ya le sacas dinero, pero la tierra la mata.
Hay amigos, en otra sigo porque esto se me está haciendo un engrudo(mazamorra).
Las maletas ya ni se donde están, pero escribir estas letras me transportó unos instantes a la tierra que tanto amo. Son hermosos recuerdos de gente sincera, trabajadora, amigos sin condiciones que no miran lo que tienes, solo te dan su corazón en una amistad sincera. Hoy estoy en un mundo de cemento donde todo es frio y sin sentido. Donde cada persona que conoces deben estar analizando si es realmente tu amigo y que intensiones tiene.
Quienes han ido a una huerta después de un día lluvioso a chuparle el jugo a los tomates, buscar frutillas...oler la menta, la ruda, comer miel del panal, comerce una pera de un peral silvestre, subirse a un guindo a comer guindas, a un roble a comer digüenes sabe de que hablo.
Sacarse la cresta desde un caballo, caerse desde un árbol al quebrarse la rama y terminar sobre una zarzamora son accidentes naturales y son menos dañinos que resbalarte en una acera donde quedas palaka.
No quiero corregir nada, porque la idea de esto es que escribas como se te viene al coco. No pretendo ser escritor y solo vivo de sus humildes donaciones(Envíame un mail para darte el Nº de cuenta bancaria).
Chaolin
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